Las siglas provienen del término anglosajón Customer Relationship Management, lo que podríamos traducir como la gestión de relaciones con clientes.
Un CRM es un software que permite administrar la relación con los clientes y posibles clientes analizando todas las interacciones y registro de datos almacenados a lo largo de su ciclo de vida.
De esta forma se puede recurrir a él para: Ver el servicio o producto comprado por el cliente, la forma con la que efectuó el pago, posibles incidencias o reclamaciones, la persona de la empresa que gestionó la venta y el historial de correos que se intercambiaron.

Qué puede aportar un CRM a la empresa

Es frecuente el desconocimiento de las empresas sobre la funcionalidad de un CRM y aquello que puede aportarles.
Asimismo, es muy común el pensar que este software está destinado a grandes empresas con presupuestos altos para su desarrollo, siendo la realidad bastante distinta.
El objetivo de implementar un CRM en la empresa es el de contar con una plataforma que permita a la red de ventas y marketing interactuar de forma eficiente con los clientes y clientes potenciales.
El CRM mejora la gestión comercial, optimizando la información compartida por varios empleados o departamentos en una misma plataforma reduciendo tiempos y mejorando la productividad.
Por otro lado, los equipos de marketing, utilizan el CRM para observar la trazabilidad de un producto, y diseñar estrategias correctas hacia la captación y fidelización de clientes, lanzar campañas de email marketing y analizar en detalle su comportamiento. De esta forma el equipo de marketing podrá facilitar al equipo comercial la información necesaria para conocer a sus clientes, determinar sus necesidades y estrechar lazos con los clientes para conseguir su fidelización.
 

Qué tipo de empresas debe utilizar un CRM

Por lo general, las empresas empiezan a cuestionarse la posibilidad de implementar un CRM en función del número de empleados, cuando en realidad sería más interesante implantarlo en función del número de clientes y posibles clientes que se puedan gestionar.
En ocasiones nos encontramos con modelos de negocio en los que tan sólo dos empleados gestionan cientos de clientes. En estos casos, el uso de un CRM ayudaría a gestionar de forma eficiente este volumen de contactos de forma organizada.
En el caso de pymes o pequeñas empresas, la base de datos de los clientes es almacenada en diferentes lugares; archivos de Excel, teléfonos móviles, o documentos compartidos desde otras plataformas.
Este tipo de almacenamiento hace que se pierdan oportunidades de venta.
La forma de organizar los datos en la empresa es muy importante. El hecho de que todos los datos residan en un mismo lugar y sean accesibles es algo primordial.
De esta forma el CRM ayudará a detectar aquellos clientes potenciales, realizar el seguimiento de aquellos que ya lo son, permitiendo diseñar estrategias óptimas para conseguir su fidelización.